El sabueso italiano presenta dos variedades: una de pelo liso y otra de pelo duro. La primera tiene una capa con pelo corto, lustroso, fino y liso en todas las partes del cuerpo mientras en la segunda el pelo es áspero y duro al tacto tanto en el cuerpo como en la cabeza, con una longitud variable de los 5 centímetros sobre el cuerpo a los 2 ó 3 cm. en la cabeza. Ambas variedades pueden ser de color leonado con todas sus tonalidades más o menos intensas o negras con manchas fuego de un leonado bien delimitado sobre el hocico, por encima de las cejas, en el pecho y las extremidades. La constitución general está bien equilibrada, con osamenta de buen desarrollo, musculosa y de gran distinción y elegancia. Es un óptimo corredor, rápido, resistente, que se adapta a cualquier tipo de terreno tanto plano como escarpado, capaz de perseguir durante horas y horas a los animales salvajes. Especialmente bella y noble es la cabeza con ojos grandes, de color ocre oscuro, que le confieren una expresión atenta, vigilante y de gran dulzura. Las orejas, colgantes, de forma triangular y muy anchas, son bastante rígidas y llevadas con un leve giro que, cuando el perro está alerta las adelanta. A estas características físicas, que hacen del Sabueso italiano un perro noble y elegante, se agregan ciertas dotes que lo convierten en uno de los mejores: el finísimo olfato que incluso le permite detectar las huellas menos frescas.